Un clamor desde el fondo del alma
Si nos falta el auxilio de Dios, no somos capaces de hacer nada, ni siquiera luchar contra las moscas… ¿cómo podríamos hacer frente, entonces, a las huestes de enemigos que no podemos ver?
«Te lamentas porque no hay paz en tu espíritu y te sientes confundido. Así las cosas, no permitas que tu alma se debilite más: para esto, tienes que encenderla con la lectura de libros de edificación espiritual; además, mantén tu mente en la eternidad por medio de la oración. No importa si tu oración es breve, di: “¡Concentra mi mente, que está dispersa, Señor! ¡Y a mi corazón, que está lleno de maldad, concédele Tu misericordia y hazlo humilde!”. Porque, si nos falta el auxilio de Dios, no somos capaces de hacer nada, ni siquiera luchar contra las moscas… ¿cómo podríamos hacer frente, entonces, a las huestes de enemigos que no podemos ver?».
(Traducido de: Filocalia de la Optina, traducere de Cristea Florentina, Editura Egumenița, Galați, 2009, p. 50)