Una breve recomendación para antes de orar
Cuando ores, sé consciente de ante Quién te hallas. Dirígele, pues, toda tu alma y todo tu corazón. Ten presente esto siempre.
Cuando participes de la Divina Liturgia, es bueno que llegues a la iglesia antes que todos, pero no es bueno que te marches antes de que esta finalice.
Al entrar en la casa de Dios, no permitas que tu mente divague y se pierda; al contrario, que tu hombre interior se deleite con la contemplación y la oración. Y, orando, repite: “Padre nuestro, que estás en los Cielos...”, para que ningún pensamiento perturbe tu mente.
Cuando ores, sé consciente de ante Quién te hallas. Dirígele, pues, toda tu alma y todo tu corazón. Ten esto presente, siempre.
(Traducido de: Despre rugăciune și trezvie în învățăturile Sfinților Părinți, Editura Egumenița