Cuando reces, que esta sea tu oración:

“Señor, hazme digno de morir completamente para los engaños de este mundo”.

Orando así, estarás concentrando todas tus peticiones en estas pocas palabras. Esfúerzate en hacerlo. Porque, si tus actos siguen a tus oraciones, entonces realmente te hallarás al amparo de Cristo. Porque, “morir para el mundo”, significa no solamente apartarse de las cosas terrenales por medio de las palabras, sino también no buscar ninguna de las “bondades” de esta vida, en todo lo que tu mente piensa.

(Traducido de. Sfântul Isaac Sirul, Cuvinte despre nevoinţă, Editura Bunavestire, Bacău, 1997, p. 189)