Una reflexión vital para cada uno de nosotros
Es importantísimo acostumbrarnos a practicar la oracion pura, aun breve, y a comulgar frecuentemente, al menos una vez al mes.
Es muy importante utilizar nuestro valioso tiempo para hacer memoria y arrepentirnos de los pecados de nuestra juventud. Es necesario pensar constantemente en el arrepentimiento sincero por nuestras faltas y en la Confesión. De igual modo, es importantísimo acostumbrarnos a practicar la oracion pura, aun breve, y a comulgar frecuentemente, al menos una vez al mes. Además, tenemos que habituarnos a pensar: “¡Ay de mí, un pecador, porque no tengo ninguna virtud! ¿Cómo habré de presentarme ante el Juicio de Dios? ¿Cómo esperar ir a morar con los santos?”. ¡No hay nada más cerca de nosotros que la muerte! Y, dondequiera que esta nos sobrevenga, que nos encuentre con la esperanza de la salvación en el Señor, sabiendo que todo lo que nos rodea es del Señor, incluso la tierra en donde seremos sepultados.
(Traducido de: Ne vorbesc Stareții de la Optina, traducere de Cristea Florentina, Editura Egumenița, 2007, p. 203)