Palabras de espiritualidad

“¡Vaya, parece que estuviera gafado! ¡Sólo a mi me pasa de todo!”

    • Foto: Doxologia

      Foto: Doxologia

La alegría de estar con Dios es parecida a la alegría del enamorado. Cuando te enamoras, eres feliz, aunque tengas problemas. ¿Han visto que muchas veces nos encontramos con el mismo problema? Decimos “¡Vaya, parece que estuviera gafado!” Y bien, de cierta manera, es un “gafe”. Es una forma de hacer cosas que luego provocarán distintas situaciones. Esto es lo que debemos descubrir. Esto es lo que debemos aprender. Y aprendemos sólo si entendemos qué quiere Dios de nosotros en cada uno de nuestros problemas.

¿Cómo se puede estar lleno de Dios y lleno de felicidad?

—Si estás lleno de Dios, ya estás lleno de felicidad. Tan sólo con decir “¡Señor!”, con toda la presencia de tu ser, te llenas ya de felicidad, porque el nombre “Señor” trae felicidad. Solo que muchos de nosotros, muchas veces, no sabemos lo que es la felicidad. Ésta no depende de lo que hacemos, de lo que tenemos o de lo que nos sucede. La felicidad depende sólo de ser, y ser significa estar en comunión con Aquel que Es, ¡pero no de hacer o tener algo! La alegría de estar con Dios es parecida a la alegría del enamorado. Cuando te enamoras, eres feliz, aunque tengas problemas. Si estás enamorado y te pusieron una nota de 4 en tu examen, no te importa, porque estás enamorado, ¿no? Podemos tener problemas y, al mismo tiempo, seguir siendo felices. Esto es precisamente lo que Dios nos trae: una alegría que nadie puede quitarnos. Entonces conoceremos la palabra de Dios:

“Tendrás problemas en el mundo, pero, ánimo, ¡Yo vencí al mundo!”.

No huyan de los problemas, pero tampoco los busquen ni los eviten, porque muchos dicen, “¡No pasa nada, ya veré cómo no pasa nada!”. Pero si lo evitas, volverá a sucederte. Es decir, lo volverás a activar o atraerás nuevamente hacia tí ese problema, del cual podrías aprender qué debes cambiar en tí mismo. ¿Han visto que muchas veces nos encontramos con el mismo problema? Decimos “¡Vaya, parece que estuviera gafado!” Y bien, de cierta manera, es un "gafe". Es una forma de hacer cosas que luego provocarán distintas situaciones. Esto es lo que debemos descubrir. Esto es lo que debemos aprender. Y aprenderemos sólo si entendemos qué quiere Dios de nosotros en cada uno de nuestros problemas. ¡Entonces, enfrentémoslos! ¡Porque vivir las aflicciones es encontrarme con Dios, Quien desea darme a mí también la victoria sobre este mundo que no quiere más que mantenerme atrapado!

(Traducido de: Monahia Siluana Vlad, Deschide Cerul cu lucrul mărunt, Editura Doxologia, Iași, 2013, pp. 202-203)

Leer otros artículos sobre el tema: