La mayoría de adolescentes confunden libertad con libertinaje. ¿Nos puede explicar la diferencia?

—“Por sus frutos los conocerán”, dice el Señor. El Apóstol Pablo dice: “el fruto del Espíritu es caridad, alegría, paz, comprensión de los demás, generosidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio de sí mismo” (Gálatas 5, 22).

¿Qué ofrece el libertinaje? Una breve alegría, un entusiasmo y una fascinación de dos semanas, porque después viene la ruptura o el anuncio que la chica está embarazada y quiere abortar, con el horrible estrés que esto conlleva. ¿Cómo ocultárselo a sus padres? ¿Cómo obtener el dinero necesario para la operación? Y aunque tuviera suficiente dinero para costearse esa intervención, después de abortar empezará a tener problemas psíquicos. ¿Cuáles son los frutos del libertinaje? Muerte, desasosiego... y después, un 98% de esas jóvenes parejas se separan. ¿Cuáles son, pues, los frutos del libertinaje? ¿Esa es la libertad?

Tal es la diferencia entre libertinaje y libertad. La libertad es eterna, mientras que el libertinaje es temporal y termina en dolor, soledad y muerte.

Brevemente, esta es la diferencia. El que pueda entender, que entienda. Y el que no quiera entender, aunque utilizara miles de la palabras, aún así nada le sería de provecho. Que Dios nos dé la comprensión suficiente y buena para seguir siempre el pensamiento provechoso.

(Traducido de: Ieromonah Savatie Baștovoi, Puterea duhovnicească a deznădejdii, Editura Reîntregirea, Alba Iulia, 2005, pp. 65-66)