Palabras de espiritualidad

Algo a tener en cuenta cuando sintamos que nuestra oración se dispersa

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

A Dios tampoco le agrada el creyente que se deleita con pensamientos impuros al orar. ¡No lo olvides, hermano!

San Juan Climaco escribió que el hombre que, al presentarse ante cualquier monarca de este mundo, le vuelve el rostro y entabla conversación con sus enemigos, deviene en indigno y repudiable para dicho soberano. A Dios tampoco le agrada el creyente que se deleita con pensamientos impuros al orar. ¡No lo olvides, hermano!

(Traducido de: Preasfințitul Ieremia ZăvorâtulRețetar duhovnicesc sau Doctorie duhovnicească adunată din lume, Ed. Sophia, București, 2013, p. 55)