Ante todo, el equilibrio
No hay que llevar el ayuno al extremo, sino que tiene que hacerse con buen juicio; un ayuno moderado te llena de regocijo.
¿Qué nos puede decir sobre la alegría del ayuno y sobre la paciencia en el sufrimiento y las tentaciones?
—La alegría del ayuno, como cualquier otra alegría obtenida con la realización de algo bueno, se multiplica. Sin embargo, todo debe hacerse con equilibrio. Por ejemplo, no hay que llevar el ayuno al extremo, sino que tiene que hacerse con buen juicio; un ayuno moderado te llena de regocijo. Al contrario, un ayuno severo te puede consumir de un modo tal que no puedas alegrarte ni siquiera con eso con lo que es normal alegrarse. Entonces, insisto, todo debe hacerse con equilibrio.
(Traducido de: Părintele Teofil Părăian, Sfintele Paști în cultul ortodox, Editura Doxologia, Iași, 2013, p. 57)