No sé cómo explicarlo, porque no es una cosa sencilla de entender. Para saberlo debes tener experiencia. Tener una regla de vida. ¿Por qué son apreciados los monjes? Porque tienen reglas, normas. También nosotros (los laicos) tenemos reglas, sólo que ellos sí las respetan, cosa que nosotros, usualmente, no hacemos. Es innegable el hecho de que la mayoría de nosotros no suele respetar las normas, las promesas, los sacramentos del Bautismo y el Matrimonio, etc.

¿Por qué nos enfada tanto cuando algún monje se desvía un poco del camino? Porque, para nosotros, los monjes son quienes más respetan las normas, y cuando alguno que no tenía la vocación de ser monje se equivoca, lo señalamos. Justamente por las normas que debía respetar. Luego, es posible alcanzar el ayuno espiritual, respetando las normas que se nos han dado.

(Traducido de: Părintele Nicolae Tănase, Soțul ideal, soția ideală, Editura Anastasis, 2012, p. 241)