Palabras de espiritualidad

¿Cómo cuidamos de nuestra alma?

  • Foto: Silviu Cluci

    Foto: Silviu Cluci

En general, todos procuramos mantener todas nuestras cosas en pureza y buen estado...

Cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro” (Mateo 6, 17). Nosotros lavamos cada día nuestra ropa con agua limpia, y también nuestro cuerpo al bañarnos; lavamos nuestras vestiduras y no nos gusta andar sucios o sudorosos; también reparamos nuestra casa cuando da signos de envejecimiento o construimos una nueva; limpiamos los platos, las tazas y toda clase de utensilios; dejamos relucientes los objetos de metal, de madera o de piedra; fregamos el piso de nuestra casa y de la iglesia. En suma, procuramos mantener todas las cosas en pureza y buen estado.

Entonces, con mucha mayor razón debemos limpiar nuestra alma. Esta se mancha, se ensucia y se estropea seriamente a causa de los pecados; se cubre con el moho y la herrumbre del pecado, que penetran en lo más profundo. Ese moho y esa herrumbre impiden al alma tener comunión con Dios, porque “¿qué comunión tiene la justicia con la iniquidad?, ¿o qué unión la luz con las tinieblas?” (II Corintios 6, 14).

(Traducido de: Sfântul Ioan de KronstadtDespre tulburările lumii de astăzi, Editura Sophia, București, 2011, pp. 87-88)

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