Cómo hacer que mi ayuno sea en verdad agradable a Dios
El ayuno más grande, el que más le agrada a Dios, es ese que se practica siguiendo lo que nos enseñan las Santas Escrituras, es decir, el que se hace acompañado de la humildad, la pureza, la contrición, y unido con otro ayuno, espiritual, que es la continencia de los sentidos y los pensamientos.
¿Cuál es el ayuno más agradable para Dios?
—No cualquier ayuno es agradable a Dios. Solamente el ayuno que se hace en el nombre del Señor y según la ley de Dios es agradable y aceptado por Él. Estamos hablando de la ley que recibió Adán, misma que nos fue enseñada por los profetas y practicada por todos los santos (Génesis 2, 16-17; 3, 2-6; Levítico 19, 29-31; Isaías 48, 1-6; Joel 2, 12-15; Mateo 4, 2, etc.).
Así pues, el ayuno más grande, el que más le agrada a Dios, es ese que se practica siguiendo lo que nos enseñan las Santas Escrituras, es decir, el que se hace acompañado de la humildad, la pureza, la contrición, y unido con otro ayuno, espiritual, que es la continencia de los sentidos y los pensamientos. Esto es lo que nos enseñan los Santos Padres: “El ayuno verdadero”, dice San Teodoro el Estudita, “que es agradable a Dios, consiste en refrenarse de obrar el mal...”.
(Traducido de: Îndrumări duhovnicești pentru vremelnicie și veșnicie. O sinteză a gândirii Părintelui Cleopa în 1670 de capete, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2004, p. 211)