Palabras de espiritualidad

¿Cuántas veces hemos ignorado a Dios?

    • Foto: Bogdan Zamfirescu

      Foto: Bogdan Zamfirescu

Ahora pensemos en todas esas veces en las que hemos dejado a Dios con las manos extendidas, “en el aire”, cuando Él nos ofrecía Sus bondades, Sus alegrías, las bellezas de este mundo y las de nuestra alma, en cada Divina Liturgia…

Quienes hayan asistido el domingo a la iglesia, aun sin ser más “santos” que otros, ni más buenos que los demás, incluso siendo más pecadores que otros, habrán entendido que Dios se mantiene con las manos abiertas, extendidas hacia nosotros. Todos sabemos que es una desconsideración que tú le ofrezcas algo a alguien, y esa persona no extienda la mano para recibirlo. Te deja, podríamos decirlo así, con la mano tendida, “en el aire”. Y le preguntas, no sin cierto enfado: “¿Te das cuenta de que me tienes con la mano en el aire?”. Con todo, lo intentas nuevamente. ¡Pero el otro no hace el esfuerzo de extender la mano para recibir lo que le estás ofreciendo!

Ahora pensemos en todas esas veces en las que hemos dejado a Dios con las manos extendidas, “en el aire”, cuando Él nos ofrecía Sus bondades, Sus alegrías, las bellezas de este mundo y las de nuestra alma, en cada Divina Liturgia…

(Traducido de: Părintele Nicolae TănaseSă nu-L răstignim iarăși pe Hristos, Editura Agaton, Făgăraș, 2011, p. 50)