Palabras de espiritualidad

El matrimonio es una forma de unirse a Dios

    • Foto: Bogdan Zamfirescu

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Con el matrimonio la persona recibe la posibilidad de cultivar su capacidad de unirse a Dios y a todos los demás, a partir de la unión con otro individuo: su esposo o esposa.

El matrimonio es un medio a través del cual el hombre puede enderezar su camino y superar su amor propio, ése que le aleja de Dios y de sus semejantes. El matrimonio deviene, así, en el medio por el cual la unión con su semejante puede elevarlo a la unión con Dios mismo, porque cuando el individuo se une con pureza con su semejante, se une también a Dios.

Y cuando el hombre se une a Dios, obtiene también el amor que Él tiene por toda la humanidad. Quien se ha unido a Dios, ha alcanzado la plenitud en su relación con los demás. Y el matrimonio está llamado a guiar a las personas a alcanzar esa plenitud.

Con el matrimonio la persona recibe la posibilidad de cultivar su capacidad de unirse a Dios y a todos los demás, a partir de la unión con otro individuo: su esposo o esposa. Y quien es capaz de unirse en un nivel más alto con Dios, es que ha superado al matrimonio mismo.

Por eso, en el Reino de Dios las personas no se casan (Mateo 22, 30). En el Reino de los Cielos no hay uniones especiales, porque supondrían distanciamientos y rupturas. Mas el matrimonio le permite al hombre superar todo esto, alcanzando la unión con otra persona y con los demás.

(Traducido de: Pr. Filotei Faros, Pr. Stavros Kofinas, Căsnicia: dificultăți și soluții, traducere din limba greacă de Pr. Șerban Tica, Editura Sophia, București, 2012, pp. 65-66)