Palabras de espiritualidad

¿Es posible mantener la pureza en nuestros tiempos?

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Si la chica se muestra inaccesible, el muchacho expondrá todas sus cualidades morales. Y mejor si son: hombría, carácter fuerte, integridad, bondad y ternura. Será entonces un caballero, un protector de la pureza y la castidad de su amiga. Con esto, se verá forzado a conquistar su confianza y su amor, manifestando esas cualidades de verdadero hombre, no de un seductor cualquiera.

Actualmente, ha dejado de “estar de moda” mantener la pureza. Muchas chicas creen que sólo hay dos caminos: vivir libremente o actuar como “jóvenes ancianas”.

Esa idea es errónea. En primer lugar, la castidad es un extraordinario don de Dios. La chica, por su propia naturaleza, ha sido creada para ser la guardiana de su propia pureza. Y esta cualidad extraordinaria debe protegerse con seriedad, sin capitular ante cualquier engaño.

Ciertamente, es difícil mantener la virginidad en nuestros días. Es mucho más fácil rendirse a la primera tentación y hacer “experimentos” que terminarán destruyendo tu personalidad. La palabra “desenfreno” significa, claramente, “quitarse el freno”, renunciar a la templanza. ¿Pero acaso quienes viven en libertinaje son más felices? Y lo peor de todo es que, después de semejantes “experimentos”, las chicas comienzan a perder la sana actitud para consigo mismas.

Aparece, entonces, el complejo de inferioridad. ¿Y cómo demostrarle a una chica que es posible formar una familia sólida, después de tantas pruebas y fracasos? En verdad, actualmente son pocas las chicas que mantienen la virgnidad hasta casarse. Esta es la razón por la cual muchos matrimonios fracasan. El hombre contemporáneo busca solamente el placer, sin pensar que “familia” significa responsabilidades, procrear hijos y sostener un hogar.

Esta situación es una muestra más de la degradación de nuestra sociedad. Los hombres asumen una actitud “consumista” hacia las mujeres. Pero el culpable de esta situación es la misma mujer, por consentir tal bajeza.

Si la chica se muestra inaccesible, el muchacho expondrá todas sus cualidades morales. Y mejor si son: hombría, carácter fuerte, integridad, bondad y ternura. Será entonces un caballero, un protector de la pureza y la castidad de su amiga. Con esto, se verá forzado a conquistar su confianza y su amor, manifestando esas cualidades de verdadero hombre, no de un seductor cualquiera.

(Traducido de: Dr. Dimitri Avdeev, Ioana Besedina, Femeia și problemele ei: perspectiva psihiatrului ortodox, traducere din limba rusă de Eugeniu Rigoti și Adrian Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, București, 2011, pp. 14-16)