Palabras de espiritualidad

Esa actitud que nos impide amar y perdonar

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

El hombre obsesionado con la justicia es incapaz de perdonar, porque tampoco puede amar. Para él, la vida es algo sujeto a un constante intercambio, algo mercantil.

El hombre dominado por la auto-justificación no puede entender ni practicar el perdón. ¿Por qué? Porque en ningún momento puede apartarse de los argumentos que utiliza para justificar su actitud hacia los demás. Ciertamente, el hombre obsesionado con la justicia es incapaz de perdonar, porque tampoco puede amar. Para él, la vida es algo sujeto a un constante intercambio, algo mercantil: todo el tiempo espera recibir lo mismo que da. Por el contrario, el hombre humilde, del cual hemos hablado en otras ocasiones, observa en primer lugar sus propias debilidades y le preocupa ser injusto con los demás. Por tal razón, siempre está dispuesto a perdonar, una y otra vez.

(Traducido de: Pr. prof. dr. Constantin ComanDreptatea lui Dumnezeu și dreptatea oamenilor, Editura Bizantină, p. 40)