La contrición nos refresca la memoria
El arrepentimiento es una lucha que nos lleva a conocer los más pequeños detalles de nuestra impureza interior.
Hallándonos en un estado de persistente contrición del alma, aparece en la mente el recuerdo de los pecados más sutiles y de los pensamientos impuros, esos que parecían olvidados. El manto que cubre a nuestra sumaria conciencia de cada día y al pasado acumulado en nuestro interior, se vuelve, así, cada vez más transparente y somos capaces de ver claramente todos los vestigios de suciedad que se han ido juntando con el tiempo. Es bueno advertir, además, que en los momentos de arrepentimiento pueden aparecer más pensamientos, talvez sutiles, de pecado: de orgullo, de alborozo por arrepentirnos, de apego a algo de este mundo, de debilitamiento del recuerdo de Dios. El arrepentimiento es una lucha que nos lleva a conocer los más pequeños detalles de nuestra impureza interior y a adquirir una gran fuerza de introspección, sostenida por el temor al Juicio de Dios y el amor a Dios.
(Traducido de: Părintele Dumitru Stăniloae, nota 338 la Calist și Ignatie Xanthopol, Cele 100 de capete, în Filocalia VIII, Editura Humanitas, Bucureşti, 2002, p. 170)