Palabras de espiritualidad

La educación religiosa de los niños comienza en casa

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

La mejor herencia que pueden dejarles a sus hijos es una educación cristiana ortodoxa. Enséñenles a ser piadosos y a orar, aún desde pequeños, tanto con sus palabras como con su propio ejemplo de vida. En vano se esforzarán, más tarde, los sacerdotes y los maestros de religión, si ustedes no ponen las bases de esta educación desde ya, en el hogar.

Para llevar a cabo una correcta educación religiosa de los niños, los padres deben ser devotos y temerosos de Dios. Deben amar la oración. Si la madre no es creyente y devota, si no encuentra, porque no lo pide, alegría y consuelo en la oración, entonces será incapaz de educar a sus propios hijos. Sólo cuando la madre tiene una vida espiritual perseverante, sólo cuando el niño ve cómo su mamá ora con fervor, sólo entonces el pequeño comienza a asumir los mismos principios de vida.

¿Han entendido, amados padres y madres, por qué deben enseñar a sus hijos la fe y la vida ortodoxa, aún desde pequeños? ¿Y por qué deben enseñarles a orar, antes de que comiencen a asistir a la escuela? Entonces, escúchenme: la mejor herencia que pueden dejarles a sus hijos es una educación cristiana ortodoxa. Enséñenles a ser piadosos y a orar, aún desde pequeños, tanto con sus palabras como con su propio ejemplo de vida. En vano se esforzarán, más tarde, los sacerdotes y los maestros de religión, si ustedes no ponen las bases de esta educación desde ya, en el hogar.

Aconsejen a sus hijos para que vivan cristianamente y con temor de Dios. Sólo así podrán ustedes esperar recibir alegrías de parte de ellos, y no enojos y tristezas. Si sus hijos viven con temor de Dios, les serán obedientes y agradecidos a ustedes también. Si les enseñan a amar a Dios, entonces también los amarán a ustedes con sinceridad.

(Traducido de: Irineu, Episcop de Ecaterinburg, Mamă, ai grijă!, Editura Egumenița, pp. 22-23)