La sensación de “vacío” al ayunar
Ese vacío no puede ser saciado con comida o con cualquier otra cosa natural, porque en esencia es algo interminable. Es ese espacio sin límites que no puede llenar sino Aquel que es Infinito.
Esa sensación de “vacío” que pide ser “saciado” no proviene de un vacío real del estómago que ha recibido lo que necesitaba. Se trata de un “vacío espiritual”, un vacío que se hace sensible inesperadamente y pide ser satisfecho, a pesar y justo como una forma de saciar ciertas necesidades naturales.
Ese vacío no puede ser saciado con comida o con cualquier otra cosa natural, porque en esencia es algo interminable. Es ese espacio sin límites que no puede llenar sino Aquel que es Infinito. Esto es algo que todos entendemos, pero pocos tienen el valor de reconocerlo ante sí mismos o ante los demás.
La causa de la debilidad de aquellos que, como en el caso de la bulimia, demuestran una asombrosa fuerza de voluntad, radica, entonces, en la ausencia de motivación. En otras palabras, falta un motivo verdaderamente superior, una estrella polar que pueda guiarnos. Para la mayoría, resistir no vale la pena. El propósito ha sido fijado demasiado bajo. El propio vacío interior, la aparente falta de sentido de la vida, no pueden reivindicar esa “coerción de sí mismo en todo”.
(Traducido de: Ieroschimonahul Gabriel Bunge, Gastrimargia sau nebunia pântecelui — ştiinţa și învăţătura Părinţilor pustiei despre mâncat şi postit plecând de la scrierile avvei Evagrie Ponticul, traducere pr. Ioan Moga, Editura Deisis, Sibiu, 2014, p. 109)