Los beneficios de la práctica de la ascesis
Dios espera paciente a que le dirijamos nuestra atención, en la interminable agitación de nuestra vida cotidiana.
Puede parecer asombroso, pero si el hombre se retira en oración y al mismo tiempo se refrena en lo que come, en el sueño y en su relación con los demás, si no permite que en su mente entren pensamientos inútiles y en su corazón sentimientos perniciosos, muy pronto descubrirá que en el mundo, además de él y de todos los demás hombres, hay Alguien más. Y ese Alguien espera paciente a que le dirijamos nuestra atención, en la interminable agitación de nuestra vida cotidiana. Y espera pacientemente, porque Dios nunca impone nada. Y si el hombre sigue orando correctamente (no como le parece conveniente, sino bajo la guía de un padre espiritual experimentado), ante sus ojos espirituales irán apareciendo escenas y perspectivas impresionantes.
(Traducido de: Arhimandritul Tihon Şevkunov, Nesfinţii Sfinţi şi alte povestiri, Editura Egumeniţa, 2013, p. 101-102)