Los niños pequeños son como la cera, fáciles de moldear
Es necesario que el alma sea estimulada con la práctica de buenas obras, cuando aún es fácil de moldear, frágil y suave como la cera, para que en ella puedan imprimirse —sin mayor esfuerzo— las formas correctas.
San Basilio el Grande dice:
“Es necesario que el alma sea estimulada con la práctica de buenas obras, cuando aún es fácil de moldear, frágil y suave como la cera, para que en ella puedan imprimirse —sin mayor esfuerzo— las formas correctas. Así, cuando crezca y pueda distinguir entre el bien y el mal, podrá también desarrollarse, comenzando con las lecciones fundamentales y con los ejemplos de devoción recibidos. Y es que la mente racional busca objetivos prácticos, pero el hábito de discernimiento crea las condiciones para que aquellos puedan ser ejecutados”.
(Traducido de: G. Spiliotis, Părinții duhovnici și copiii. Educația tinerilor în conformitate cu învățătura Sfinților Părinți ai Bisericii noastre, trad. de Ilioniu Georgeta Mariana, Ed. Egumenița, Galați, 2006, p. 30)