Los pasos del peregrino son bendecidos
Entonces ustedes entenderán cuánto provecho les ofrece un viaje como este, porque sus ángeles guardianes se alegran mucho al ver su afán y su empeño al andar estos caminos.
Quizá ustedes no lo sepan, pero al peregrinar es como si estuvieran haciendo un canon de oración. Y, con esto, Dios les perdona sus pecados, por el esfuerzo realizado al visitar estos lugares. Con toda certeza, para llegar aquí han caminado mucho más que para ir a bailes, fiestas, discotecas, estadios, circos o cines. Entonces ustedes entenderán cuánto provecho les ofrece un viaje como este, porque sus ángeles guardianes se alegran mucho al ver su afán y su empeño al andar estos caminos.
Porque ¿qué hacen los fieles por estos rumbos? Vienen a conocer los monasterios y a escuchar alguna homilía, algún cántico espiritual. Estos viajes son, sin duda alguna, santificados. Son travesías que aligeran el alma de cada uno, porque tienen como objetivo llegar y ser bendecidos en estos lugares.
(Traducido de: Arhimandritul Cleopa Ilie, Îndrumări duhovnicești pentru vremelnicie și veșnicie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2004, p. 198)