¡Madres, eduquen cristianamente a sus hijos!
Enséñale a venerar los íconos con un beso y todas las demás prácticas cristianas, porque darás cuenta de lo que hagas con él.
Tú, mamá, tienes una responsabilidad muy grande: educar a tus hijos y aconsejarlos en el bien. Cuando tu hijo se levante temprano y te pida inmediatamente un pedazo de pan, no se lo des, sino que tráele el ícono de Cristo y dile: “Hijito mío, yo no tengo pan. Pero Cristo sí tiene. Venga, persignémonos y oremos para que nos dé un poco.”
Y así lo irás acostumbrando a actuar correctamente. Llévalo a la iglesia y pídele que se persigne correctamente, utilizando tres dedos. Que los lleve primero a la frente, luego al vientre, después al hombro derecho y finalmente al hombro izquierdo. Enséñale a venerar los íconos con un beso y todas las demás prácticas cristianas, porque darás cuenta de lo que hagas con él.
(Traducido de: Viața și Învățăturile Cuviosului Cosma Etolianul, Editura Deisis, p. 82)