Nuestra constancia nos llevará a encontrarnos con Dios
No hay nada que alegre más a Dios que vernos volver a Él, así como nuestra renuncia al mal y nuestro empeño en el trabajo de las virtudes.
Después de haber puesto un buen comienzo a tu vida espiritual, procura mantener ese mismo esfuerzo hasta el final de tus días, y serás un iluminador que alumbra el camino del Señor para muchos.
No seamos abstinencia y mansedumbre para hoy, y mañana gula y soberbia. Hoy, sosiego, vigilia y humildad, y mañana vanagloria y un sueño que no se sacia. No.
Estudiemos a los pueblos de la antigüedad, y veremos que todos los que se hicieron agradables a Dios, por su paciencia, recibieron Sus promesas.
Mantente despierto, amado hijo, porque los mandamientos de Dios piden mucha dedicación y esmero.
No hay nada que alegre más a Dios que vernos volver a Él, así como nuestra renuncia al mal y nuestro empeño en el trabajo de las virtudes.
(Traducido de: Patericul Lavrei Sfântului Sava, Editura Egumenița, 2010, pp. 149-150)