El padre Paisos nos menciona ocho puntos muy importantes en relación con nuestro crecimiento espiritual:

1. Debes procurar purificar tu alma cada día.

2. Debes alcanzar la razón divina y no la puramente lógica, porque sólo así la Gracia de Cristo vendrá a ti.

3. Antes de hacer cualquier cosa, piensa si Cristo quiere que lo hagas; luego, actúa en consecuencia.

4. Primero debes practicar la obediencia, para después hablarles a los demás sobre esa virtud.

5. Que tu “no” sea “no” y tu “sí” sea “sí”. No pretendas nada más, sino decir la verdad aunque duela. Eso sí, hay que decirla correctamente y ofreciendo las explicaciones necesarias.

6. Debes conservar tu dignidad espiritual, y buscar primero la forma de agradar a tus hermanos monjes y no lo que te agrada a ti.

7. Cada día debes leer un capítulo del Nuevo Testamento, para ayudarte a purificar tu alma.

8. No te fijes en el qué, cómo y por qué de las cosas que hacen quienes te rodean.

Tu propósito es la purificación de tu alma y someter tu mente a la Gracia Divina. Lo siguiente te ayudará a alcanzar tu objetivo, la salvación: la oración, la devoción, la “Oración de Jesús” repetida con humildad, y ser consciente de que necesitas la misericordia de Dios. En otras palabras, debes concentrate en tu propia labor espiritual.