Palabras de espiritualidad

Sobre el uso del internet y nuestros hijos

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

La mejor protección nace de las buenas y sanas relaciones de familia, siguiendo los principios cristianos, cuando todos sus miembros pasan tiempo juntos y también oran juntos.

1. Dedica algo de tiempo a aprender más sobre lo que es el internet. Piensa que ese tiempo es una inversión necesaria para la seguridad y salud de tus hijos.

2. Si vas a instalar el servicio de internet en tu casa, hazlo con un proveedor que te permita filtrar contenidos.

3. Lo deseable es instalar la conexión a internet en un sólo ordenador, en una de las habitaciones principales de la casa, de manera que puedas supervisar constantemente lo que hacen tus hijos. No es recomendable poner el ordenador en el dormitorio o en la biblioteca del hogar.

4. Comparte tiempo con tus hijos navegando en internet, aunque te parezca trivial o que no tienes los conocimientos necesarios.

5. Anima a tus hijos a comentar contigo los contenidos que vayan encontrando, y a discutirlos si son diferentes a lo que aprenden en la escuela.

6. Acostúmbralos a visitar sólo sitios adecuados para su edad.

7. Explícales cómo utilizar responsablemente el internet. Es una herramienta útil, si sabemos usarla con buen juicio.

8. Enséñales a anunciarte cuando encuentren algo que les parezca extraño o sospechoso, para examinarlo juntos.

9. Explícales por qué no deben compartir información personal o fotos suyas con nadie, sin tu permiso.

10. Enséñales a no completar ningún cuestionario “en línea”, sin antes pedirte autorización.

11. Aconséjalos para que no respondan jamás a provocaciones o mensajes agresivos en las redes sociales.

12. No les permitas reunirse con personas que hayan conocido vía internet, a menos que también tú estés presente en ese momento y sea realmente necesario que se vean.

13. No exageres tu reacción si en algún momento aparece aparece algo inadecuado en pantalla, porque los intimidarás y evitarán anunciarte si esto vuelve a ocurrir.

14. Debes tomar en cuenta el hecho que tus propios hijos tienden a volverse reservados cuando se trata de materiales prohibidos (en temas de violencia o pornografía).

15. Recuérdales que todas estas normas son válidas tanto en casa como fuera de ella, al acceder al internet en la escuela o en la biblioteca..

16. Ante todo, dialoga con ellos. La mejor protección nace de las buenas y sanas relaciones de familia, siguiendo los principios cristianos, cuando todos sus miembros pasan tiempo juntos y también oran juntos.

(Extracto de un documento publicado hace varios años en Estados Unidos, llamado “Tu familia y el ciber-espacio”. Fuente: old.usccb.org/comm/cyberspace)