Palabras de espiritualidad

Una oración para la eternidad

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Cuando la actividad del cerebro cesa y todas las otras oraciones se hacen imposibles para la memoria y para la pronunciación, entonces la luz de la visión de Dios, brotada del Nombre de Jesús, se convierte en algo orgánico para nuestro espíritu.

Alcanzar la oración del Nombre de Jesús significa alcanzar también la eternidad. En los más difíciles momentos de la revelación de nuestro organismo físico, la oración “Señor Jesucristo…” se convierte en el atuendo del alma; cuando la actividad del cerebro cesa y todas las otras oraciones se hacen imposibles para la memoria y para la pronunciación, entonces la luz de la visión de Dios, brotada del Nombre de Jesús, se convierte en algo orgánico para nuestro espíritu. Después de ver el fin de nuestros padres, reposados en la oración, nuestra esperanza es que la paz celestial, misma que supera a toda mente, nos abrazará eternamente: “Jesucristo, apiádate de mí, protégeme… ¡Jesús, sálvame!”.

(Traducido de: Arhimandritul Sofronie, Despre rugăciune, traducere de Preot Profesor Teoctist Caia, Editura Publistar, București, 2006, p. 139)