Una sencilla definición del ayuno
El ayuno ayuda al cristiano a orar con facilidad, reconcilia al hombre con Dios y ayuda mucho a desenraizar las pasiones del alma, matando los apetitos del cuerpo y favoreciendo la obtención del don del Espíritu Santo.
¿Qué es el ayuno? ¿Cuántas clases de ayuno existen, padre?
—El ayuno es la abstinencia total o parcial de los malos pensamientos y de la inclinación del cuerpo al placer y a la alimentación en abundancia, especialmente con productos de origen animal. El ayuno es una ofrenda que hacemos con nuestro propio cuerpo, que tiene que estar unida a la práctica de la caridad y a la presentación de dones al Santo Altar. El ayuno, junto con la caridad, con los dones presentados en la iglesia y las postraciones que cada creyente hace en su hogar, constituye la adoración que nuestro cuerpo presenta a Dios, cual sacrificio agradable a Él.
El ayuno tiene como propósito “humillar el alma”. El ayuno es refrenarnos de todos los alimentos o, en caso de enfermedad, de algunos de ellos. Es también abstenernos de la bebida, de los placeres del mundo y de todos los apetitos perniciosos, carnales. El ayuno es llamado por los Santos Padres el “ala de la oración”, la cual, junto con la caridad, eleva al hombre al trono de Dios. El ayuno ayuda al cristiano a orar con facilidad, reconcilia al hombre con Dios y ayuda mucho a desenraizar las pasiones del alma, matando los apetitos del cuerpo y favoreciendo la obtención del don del Espíritu Santo. Dependiendo de su severidad, el ayuno puede ser de muchas clases: ayuno perfecto (total, “negro”), ayuno de un día, ayuno de alimentos de origen animal, y también existe el llamado “ayuno real”, es decir, una sola comida al día, austera, sin llegar a la saciedad.
(Traducido de: Arhimandritul Ilie Cleopa, Ne vorbește Părintele Cleopa, ediția a 2-a, vol. 4, Editura Mănăstirea Sihăstria, Vânători-Neamț, 2004, pp. 78-79)