Quien quiera vencer al mundo tiene que valerse del arma raras veces usada del perdón, por muchas tribulaciones que sufra por parte de las pasiones de los demás, como uno que ve que sus hermanos viven sometidos a una esclavitud desde fuera, en la oscuridad del desconocimiento de Dios y de sí mismos. Quien desea vencer al mundo ora a su Padre en lo secreto o en su pensamiento, pidiéndole por todo hijo de Dios, por muy oscura que sea su conducta y por grande que sea el mal que le haya hecho. Porque la paciencia ante el mal, el perdón a los hermanos y la oración en lo secreto tienen gran poder ante Dios, ya que a través de ello es que Él vence en lugar del hombre, transformando para bien lo que el mundo ha inclinado a la maldad. Perseverando en estas cosas, también te conviertes en causa de salvación para tu hermano que está en el mundo.
 

(Traducido de: Ieromonahul Arsenie Boca, Cărarea Împărăției, Ediție îngrijită de: Preot Prof. Simion Todoran și Monahia Zamfira Constantinescu, Editura Sfintei Episcopii Ortodoxe Române a Aradului, 1995, pp. 19-20)