Velar y ayunar
Esfuérzate en unir el ayuno con la vigilia, para que todas las virtudes puedan florecer en tu alma, y para que tu cuerpo se someta a esta, de la misma forma en que el siervo se humilla ante su señor.
El ayuno ayuda mucho a la vigilia. Tal como un soldado que avanza cargando un sinfín de pertrechos es incapaz de luchar correctamente, del mismo modo, el cristiano cargado de comidas abundantes es incapaz de velar.
Y es que es imposible velar cuando nuestro estómago se ha llenado con toda clase de banquetes, porque pronto nos sobrevendrá el sueño, alejando los frutos de la vigilia y provocando un gran daño a nuestra alma.
Así, esfuérzate en unir el ayuno con la vigilia, para que todas las virtudes puedan florecer en tu alma, y para que tu cuerpo se someta a esta, de la misma forma en que el siervo se humilla ante su señor.
(Traducido de: Sfântul Vasile cel Mare, Despre post, în vol. Învăţătură către fiu l duhovnicesc, Ed. Mitropoliei Olteniei. Craiova, 2007. p. 46)