Comer sano y consciente implica mucho más que llevar una simple contabilidad de las calorías que ingerimos y las que eliminamos. Numerosos estudios han demostrado que, cuando la persona come más de lo que su cuerpo necesita, puede dar lugar a la aparición de alguna enfermedad crónica como el diabetes, así como el desarrollo de problemas cardíacos e incluso el cáncer.

San Gregorio el Sinaíta (nacido aproximadamente en el año 1260) ofrece la siguiente perspectiva sobre nuestra forma de comer: “La alimentación, que por sí misma no representa ningún pecado y es agradable a Dios, tiene tres niveles: la abstinencia, el equilibrio y la saciedad”. Y abunda: “Abstenerte significa quedarte con un poco de hambre después de haber comido. Comer con equilibrio significa levantarte de la mesa sin quedarte con hambre, pero también sin sentir el estómago lleno. Y comer sin medida, sobrepasando el umbral de saciedad, es atravesar la puerta de la gula, por la cual entra todo apetito”.

(Traducido de: Rita Madden, Hrana, credința și postul. O călătorie sacră spre o sănătate mai bună, Editura Doxologia, Iași, 2018, p. 74)