De cómo combatir algunas ideas y costumbres absurdas, relacionadas con el ayuno
La misma Biblia lo dice claramente: cuando ayunes, el pan que no te comas, dáselo a los pobres. Dicho con otras palabras, cuando ayunes, dedícate más a practicar la caridad.
Viene una anciana y me dice: “Padre, yo ayuno. Pero, cuando ayuno, prefiero no dar nada de lo que hay en casa a los necesitados, porque en alguna parte escuché que no es bueno hacerlo”.
Nadie más, sino el demonio, puede enseñar cosas semejantes… ¡que es malo dar algo a los demás cuando uno ayuna! La misma Biblia dice lo contrario: cuando ayunes, el pan que no te comas, dáselo a los pobres. Dicho con otras palabras, cuando ayunes, dedícate más a practicar la caridad. Seguramente, a aquella anciana fue otra anciana la que le enseñó que, cuando uno ayuna, no es bueno dar nada de lo que tenemos en casa, porque pueda suceder algún encantamiento o algo así. ¡¿Qué clase de fe es esa?! Ese tipo de costumbres no tiene nada que ver con el espíritu de la Iglesia.
(Traducido de: Îndrumări duhovnicești pentru vremelnicie și veșnicie. O sinteză a gândirii Părintelui Cleopa în 1670 de capete, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2004, p. 211)