El ayuno tiene un altísimo significado
De los hechos de los santos, la vida de nuestro Señor y las normas de vida de aquellos que supieron hacerse agradable a Dios podemos extraer cuán bello y provechoso es prepararte y practicar el sacrificio, el trabajo y la paciencia.
El hambre y la sed le fueron dadas al hombre para la purificación del cuerpo, así como para defenderse de los malos pensamientos y las pasiones del desenfreno. Así, comer poco cada día es una vía hacia la perfección, como dicen algunos. Es imposible que aquel que consume una sola ración al día se esté perjudicando el alma. Al contrario, San Teodoro el Estudita exalta a quienes lo hacen, en su enseñanza sobre los cinco días de la primera semana del Ayuno Mayor, confirmando sus afirmaciones con las palabras de los Santos Padres y las del Señor Mismo.
Esta es la forma en que también nosotros debemos proceder. El Señor practicó el ayuno prolongado, lo mismo Moisés y Elías, pero una sola vez. Otros, al pedirle algo a Dios, ayunaban por un cierto tiempo, pero siempre en conformidad con las leyes naturales y con la enseñanza de la Santa Escritura. De los hechos de los santos, la vida de nuestro Señor y las normas de vida de aquellos que supieron hacerse agradable a Dios podemos extraer cuán bello y provechoso es prepararte y practicar el sacrificio, el trabajo y la paciencia; sin embargo, no hay que extenuarse desmesuradamente con un ayuno sin equilibrio, porque podríamos terminar dañando nuestro propio cuerpo.
(Traducido de: Sfântul Paisie Velicikovski, Crinii țarinei sau flori preafrumoase, Editura Bisericii Ortodoxe din Moldova, 1995)