“Hoy no puedo ir a confesarme, porque ya comí…”
Si somos sinceros, tenemos que reconocer que a veces nos escondemos detrás de esos rigurosos formalismos, con la verdadera intención de mantenernos lo más lejos posible de lo que realmente tendríamos que hacer. El ayuno tiene que acercarte a la confesión, y la confesión tiene que acercarte al ayuno.
¿Cuántos días tenemos que ayunar antes de ir a confesarnos?
—Si vas a confesarte en el cuadragésimo día de ayuno, 40 días. Si vas el primer día, un día de ayuno, y tienes que seguir ayunando en los siguientes 39. En otras palabras, ¡cuando hay que ayunar, hay que ayunar! Esa idea de la confesión y el ayuno antes de confesarse es una de las —¡perdónenme la expresión!— formas de “idolatría” que han surgido en nuestra Ortodoxia, uno de los falsos rigorismos que muchos se han impuesto, porque se sienten tentados a decir: “Hoy no puedo ir a confesarme, porque a mediodía comí no sé qué. No hago aquello otro, porque…”.
Si somos sinceros, tenemos que reconocer que a veces nos escondemos detrás de esos rigurosos formalismos, con la verdadera intención de mantenernos lo más lejos posible de lo que realmente tendríamos que hacer. El ayuno tiene que acercarte a la confesión, y la confesión tiene que acercarte al ayuno. ¿No ayunaste hasta el día en que fuiste a confesarte? ¡Ayuna desde el día de tu confesión! ¿No ayunaste largamente antes de comulgar? ¡Hazlo después de haber comulgado! Hay cosas verdaderamente recuperables en la Iglesia y, ¡gracias a Dios!, el ayuno es una de ellas.
(Traducido de: Preot Conf. Dr. Constantin Necula, Creștinism de vacanță, Editura Agnos, Sibiu, 2011, p. 219)