Palabras de espiritualidad

Para practicar las virtudes en este Ayuno Mayor...

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Cada año debemos alcanzar una nueva vida, un nuevo fervor, una nueva fuerza, un amor divino, para engendrar nuevos frutos de virtud y ofrecérselos a nuestro Benefactor Dios.

¡Que se intensifique la oración!

¡Que aumente la lectura!

¡Que crezca la virtud!

¡Permanezcamos en vela cada noche, orando! ¡Que callen las palabras! ¡Que cesen las discusiones, porque, con el silencio, avanzaremos todos!

El Santo y Gran Ayuno es un tiempo para practicar con brío las virtudes. Es el tiempo en el que se renueva la naturaleza. Todo a nuestro alrededor reverdece. Los árboles vuelven a la vida, floreciendo y preparándose para dar frutos, y así compensar el perjuicio de otros años. Lo mismo debe hacer el hombre. Cada año debe alcanzar una nueva vida, un nuevo fervor, una nueva fuerza, un amor divino, para engendrar nuevos frutos de virtud y ofrecérselos a nuestro Benefactor Dios. El tiempo propicio para retoñar es la primavera. Asimismo, el tiempo de las virtudes es el Santo y Gran Ayuno, la mejor oportunidad para compensar nuestras deudas y rectificar los perjuicios de los años anteriores.