Palabras de espiritualidad

El ayuno es un amigo, no un adversario

  • Foto: Florentina Mardari

    Foto: Florentina Mardari

Translation and adaptation:

Alimentémonos con lo que nuestro cuerpo necesite para fortalecerse, para que siga siendo un amigo de nuestra alma y no se convierta en su adversario, y así pueda ayudarle en el camino a la salvación.

Asumir los duros preceptos de la abstinencia íntegra o privarse de todo lo que ayuda a mitigar las debilidades de nuestra naturaleza, es algo que no está al alcance de cualquiera.

Por eso, cada día ingiramos lo que nuestro cuerpo necesite para fortalecerse, para que siga siendo un amigo de nuestra alma y no se convierta en su adversario, y así pueda ayudarle en el camino a la salvación.

De lo contrario (si lo forzamos en la abstinencia), podría suceder que nuestro cuerpo termine consumiéndose en exceso y nuestra alma también se debilite.

Los miércoles y viernes, especialmente en los cuatro períodos principales de ayuno, es bueno comer sólo una vez al día, y el ángel del Señor estará con nosotros...

(Traducido de: Arhimandrit Dosoftei Morariu, Sfântul Serafim de Sarov, 2002p. 399)