Palabras de espiritualidad

¿Es correcto facilitarnos la “carga” del ayuno?

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Tristemente, la sociedad contemporánea, tributaria de la mentalidad consumista, se esfuerza en transformar este período litúrgico del año, tan importante para nuestra vida espiritual, en un “producto”.

Tristemente, la sociedad contemporánea, tributaria de la mentalidad consumista, se esfuerza en transformar este período litúrgico del año, tan importante para nuestra vida espiritual, en un “producto”. Algunas publicaciones, que durante todo el año rehúyen los valores de la Ortodoxia, ahora divulgan, con una inspiración sospechosa, un sinnúmero de consejos sobre el ayuno, así como recetas “de ayuno”. Los supermercados, con una susceptible liberalidad, llenan sus anaqueles con una generosa oferta para los fieles que ayunan: paté vegetal, salami vegetal, “queso” vegetal y una gran variedad de alimentos que, desde luego, tendrían que aliviar “la carga del ayuno” para el buen cristiano.

¡Qué encomiable filantropía la de los productores de tan selectos manjares, especialmente en períodos de ayuno! ¿Tanto les preocupa simplificar el ayuno a los creyentes? Bueno, me temo que lo que más les preocupa es su propio bolsillo, dañando espiritualmente a quienes creen que el ayuno con tantas “imitaciones” es uno auténtico. Así pues, consumir esos famosos productos de soya, cuando es ayuno, no es algo precisamente ortodoxo. Algunos dirán: “¿Pero, cuál es el problema? Son productos que no contienen carne, sino legumbres, y nos ayudan a pasar este período de ayuno, especialmente a quienes no tienen tiempo para cocinar”. Una posible respuesta sería: “En los períodos de ayuno no está permitido comer carne, lo que incluye la apariencia de la carne, el sabor de la carne. Si comiéramos la soya en su estado natural, tal como la dejó Dios, seguramente no estaríamos pecando; sin embargo, ya que de las legumbres el hombre se prepara la imagen y semejanza de la carne, no podemos hablar ya de una intención cristiana positiva de hacer el ayuno más accesible”.

(Traducido de. Arhimandrit Mihail Daniliuc, Miride și merinde, Editura Doxologia, Iași, pp. 24-25)

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