Los ángeles de los días miércoles y viernes
San Pacomio se acercó y les preguntó: “¿Cómo es posible que ustedes, luminosos ángeles, participen de los funerales de una simple persona?”.
Un día, mientras caminaba por la calle, San Pacomio se encontró con un cortejo fúnebre. Entre la multitud, justo detrás del féretro, le pareció ver dos ángeles.
Asombrado, San Pacomio se acercó y les preguntó: “¿Cómo es posible que ustedes, luminosos ángeles, participen de los funerales de una simple persona?”. Entonces, uno de ellos respondió: “Uno de nosotros es el ángel de los días miércoles, y el otro, el de los viernes. Esta persona que ahora ves reposando, durante toda su vida practicó el ayuno en esos dos días. Por eso, honramos a uno que se esforzó en la virtud, ofrendándose por Dios”.
(Traducido de: Protosinghelul Ioachim Pârvulescu, Cele trei mari mistere vizibile şi incontestabile din Biserica Ortodoxă, Editura Amacona, 1997, p. 113)