Palabras de espiritualidad

La Gracia de Dios nos alimenta el cuerpo y el alma

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

El corazón del hombre no se fortalece con la comida, sino con la Gracia de Dios.

Cuando hay serenidad en tu conciencia y estás en paz con todos, ayunas con agrado, sin sentir el menor fastidio. Esa satisfacción espiritual te da fuerzas para mantenerte sano aun con un poco de pan y agua al día, y, al mismo tiempo, te ayuda a sentirte ligero con la mente y el cuerpo. Es un estado que supera completamente al de aquellos que se deleitan consumiendo carne. Y es que el corazón del hombre no se fortalece con la comida, sino con la Gracia de Dios.

¿Qué dice el Apóstol? “Mejor es fortalecer el corazón con la gracia que con alimentos” (Hebreos 13, 9). Ciertamente, la vitalidad que nos ofrecen los alimentos tiende a llevarnos al pecado, en tanto que el vigor del espíritu le ofrece al hombre salud, serenidad y la felicidad tanto en este mundo como en la vida eterna.

(Traducido de: Îndrumări duhovnicești pentru vremelnicie și veșnicieO sinteză a gândirii Părintelui Cleopa în 1670 de capete, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2004, p. 212)