“Yo no ayuno, porque...”
Si puedes ayunar y abstenerte cuando estás enfermo, ¿por qué dices que no puedes hacerlo cuando te encuentras sano?
¡No ayunamos, y por eso fuimos echados del Paraíso! ¡Ayunemos, pues, para poder volver a ese lugar!
¿No ves que Lázaro entró al Paraíso, por medio del ayuno? ¡No imites la desobediencia de Eva! ¡No tomes nuevamente como consejero a la serpiente, quien te invita a comer y a ser condescendiente con tu cuerpo!
¡No te excuses, argumentando alguna enfermedad o debilidad! ¡A mí no me ofrezcas excusas! ¡Díselas a Dios, Quien lo sabe todo! Me dices que no puedes ayunar... ¡pero bien que puedes atiborrarte de comida día sí y día también, sometiendo tu cuerpo a la carga de esos festines!
Yo sé que los médicos no recomiendan a los enfermos comer mucho, sino abstinencia y ayuno. ¿Cómo así? Si puedes ayunar y abstenerte cuando estás enfermo, ¿por qué dices que no puedes hacerlo cuando te encuentras sano?
(Traducido de: Sfântul Vasile cel Mare, Omilii şi cuvântări, omilia I despre post, IV, în col. PSB, vol. 17, p. 349)