Padre Damasceno el Gregoriata

Palabras de espiritualidad

Los dones de nuestra Santa Iglesia

Entonces, el padre empezó a orar, y después Nicolás ingirió el agua bendita y el prosforon…
Leer Más
Palabras de espiritualidad

De la relación entre monjes y laicos

Esa actitud tosca que, tristemente, muchos monjes muestran en su trato con los laicos, no produce ningún provecho a nadie.
Leer Más
Palabras de espiritualidad

¿Nos guardamos algún pecado cuando acudimos a confesarnos?

Estemos atentos, porque, por un solo pecado que no confesemos a tiempo, podemos perder nuestra alma y ser arrojados al infierno.
Leer Más
Palabras de espiritualidad

La paciencia y la oración, requisitos para salvarnos

El que está cerca de Dios se siente como si ya viviera en el Paraíso y, al mismo tiempo, como si no fuera nada ante Sus ojos.
Leer Más
Palabras de espiritualidad

“No eres tú el que bendice… ¡Soy Yo!”

Al sacerdocio no se llega por deseo propio, sino siguiendo un llamado que proviene de Dios mismo.
Leer Más
Palabras de espiritualidad

La generosidad del monje

El comportamiento serio y descortés no suele producir buenos frutos.
Leer Más
Palabras de espiritualidad

La importancia de confesar a tiempo todas nuestras faltas

¡Estemos atentos, porque un sólo pecado grave, si no es confesado a tiempo, puede llevarnos a perder el alma y sufrir los tormentos eternos!
Leer Más
Palabras de espiritualidad

Experiencias vividas después de recibir el Bautismo

“Desde ese día, me persigno en cualquier lugar y en cualquier circunstancia, sin avergonzarme ni sentir miedo, porque quiero que los demás vengan y conozcan la grandeza de la Iglesia Ortodoxa...”
Leer Más
Palabras de espiritualidad

Del Santo Cáliz brotaron unas refulgentes llamas

Cuando el sacerdote trasladaba los dones a la Santa Mesa, los padres del niño hicieron un ademán que extrañó a todos...
Leer Más
Palabras de espiritualidad

Las reliquias de nuestros santos no son ídolos

Honrando a los santos, honramos también a Dios, así como Él Mismo nos dijo: “El que los recibe a ustedes, me recibe a Mí, y el que me recibe a Mí, recibe al que me envió” (Mateo 10, 40).
Leer Más