envidia

Palabras de espiritualidad

Cuando hay amor, no hay sufrimiento

Pidámosle al Dios del amor que venga a morar en nosotros, para que podamos sentirlo. Y, cuando podamos sentirlo, seremos capaces de entregarnos a nuestros semejantes.
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Palabras de espiritualidad

Cómo es que nuestros hijos aprenden a envidiar a otros

Si los niños se acostumbran a escuchar, cada día y cada instante, nada más que palabras de envidia y maldad de sus propios padres hacia otras personas, no tiene que sorprendernos que la envidia y la...
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Palabras de espiritualidad

¿Cómo permitimos que las pasiones aniden en nuestra alma?

Dios permite que vivas esos momentos, tanto para sanarte como para demostrarte que esa pasión permanecía inmóvil y oculta en un rincón de tu alma, y ahora ha empezado a moverse.
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Palabras de espiritualidad

¿Envidiar o amar a mi semejante? Cada quien elige su camino

Hay una enfermedad muy común entre las personas: la envidia. Está latente en todos nosotros. 
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Palabras de espiritualidad

¿Te enfada la bondad de tu hermano?

El Señor dijo: “Así hará Mi Padre celestial con vosotros, si cada uno de vosotros no perdona de corazón a su hermano” (Mateo 18, 35)
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Palabras de espiritualidad

Cuando el hombre se condena a sí mismo a estar triste

“No hay nada peor que el hombre que, al ver el bienestar de su semejante, se siente devorar, arder o derretir por la envidia”.
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Palabras de espiritualidad

Un mal que nos destruye por completo

“Los envidiosos son corroídos por los celos en contra de aquellos que tienen el don del Espíritu con la sabiduría y el conocimiento de Dios”.
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Palabras de espiritualidad

Para eliminar cualquier rasgo de envidia entre esposos

Tienen que aprender a bajar sus “pestillos”, de manera que puedan manifestar lo que saben y aceptar lo que no saben, sin que esto cause discusiones inútiles entre ustedes.
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Palabras de espiritualidad

Ser hombres de paz, venciendo la ira

Si alguna vez, como hombre, te enfureces, no extiendas tu ira más allá de tu ser interior, sino que intenta restablecer la paz en tu alma, humillando cualquier atisbo de furia que haya allí.
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Palabras de espiritualidad

¡No nos dejemos corroer por la envidia!

Los envidiosos “se dejan corroer por los celos en contra de aquellos que han obtenido la Gracia del Espíritu Santo por su sabiduría y conocimiento de Dios”.
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Palabras de espiritualidad

Cuando el maligno nos induce a pecar contra la verdad

El pecado de la envidia no puede ser extinguido sino con el fuego del amor al prójimo, con la misericordia, el perdón y la humildad, porque todo esto avergüenza al perverso demonio de la envidia.
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Palabras de espiritualidad

¿Te enoja la bondad de tu hermano?

Acuérdate de que el Señor dijo: “Así hará Mi Padre celestial con vosotros, si cada uno de vosotros no perdona de corazón a su hermano” (Mateo 18, 35).
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Palabras de espiritualidad

Que nos importe menos lo que hacen los demás

Esto que digo es algo muy importante y debe ser practicado toda la vida. En verdad, la humildad es una práctica que no debe cesar jamás.
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Palabras de espiritualidad

¡Elige siempre la virtud!

No permitas que de tu boca salgan cosas impuras, porque tú mismo serás el primero en sentir su hedor; al contrario, ofrece a todos solo amor y bondad, para que tú seas el primero en apreciar su...
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Palabras de espiritualidad

Ese sentimiento que carcome el corazón del hombre…

El codicioso se contenta cuando gana algo, en tanto que el envidioso solo se siente satisfecho cuando ve que su semejante no obtiene nada.
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Palabras de espiritualidad

Amar y no envidiar a nuestros hermanos

Procuremos amar y mostrarnos afables con todos, tanto con los que nos aman como con los que no nos aman, con los que son amables con nosotros y con los que no lo son.
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Palabras de espiritualidad

El amor no busca su propio interés

Nos envidiamos los unos a los otros. Todo el tiempo nos parece esto o aquello; todos deseamos algo mejor, más importante, todos buscamos algo para nosotros mismos.
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Palabras de espiritualidad

Palabras de instrucción espiritual, del stárets Nikón de Óptina

Sólo allí, con el Señor, debemos buscar el auxilio que nos falta, y no poner nuestra confianza en nadie más.
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Palabras de espiritualidad

¡Cuidado, la envidia es un verdadero peligro para el alma!

No hay mal con el que no esté emparentada la envidia. Una vez entra en el alma y la domina, la convierte, de un vaso creado para la honra, en una vasija de deshonra y fealdad.
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Palabras de espiritualidad

Del origen de la envidia

Caín puso su mirada en los dones de Abel, no en los propios. Y así fue como empezó a envidiarlo, llegando al punto de contrariarse con Dios.
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