ayuda de Dios

Palabras de espiritualidad

¿A quién acudo inmediatamente cuando algo me pasa?

Con esto demuestras que solamente de nombre crees en el cuidado de Dios, pero con tus hechos acudes a cosas banales e inútiles.
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Palabras de espiritualidad

Dios mantiene cerca a quienes ama

Las tentaciones que vienen con el permiso de Dios, lo hacen para probarnos y mantenernos en la senda de la humildad.
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Palabras de espiritualidad

Nada somos y nada podemos sin Él

No importa todo el bien que hagamos ni los esfuerzos a los que nos sometamos, que no seremos capaces de sanarnos y alcanzar la pureza si nos falta la ayuda de Dios
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Palabras de espiritualidad

Dios está con nosotros en esta lucha

“Señor, basta con una palabra Tuya para que nuestros enemigos desaparezcan. Con una palabra, Tu ciudad será salvada. Sólo hace falta que digas una palabra y Tu pueblo vencerá”.
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Palabras de espiritualidad

Dios siempre está contigo

Cuando sientas que los demás no te aman y no te ayudan, recuerda: aunque todos se alejen de ti, siempre contarás con el auxilio de Dios.
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Palabras de espiritualidad

Entrenamiento para los exámenes espirituales

Aunque al comienzo de la vida espiritual Dios ayuda al hombre, después se aparta un poco, para que el hombre entienda que también él debe hacer todo lo que esté a su alcance.
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Palabras de espiritualidad

¿Quién es capaz de vencer sin Ti, Señor?

Y tantos y tantos que han llegado a glorificarse por Ti, hasta el día de hoy, ¿habrían podido vencer por sus propios medios, sin Ti, oh exaltadísimo y manso Señor nuestro, Jesucristo?
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Palabras de espiritualidad

“¿Quién nos retirará la piedra?”

Nos sentimos impotentes y repetimos aquellas palabras de las miróforas: “¿Quién nos retirará la piedra?”.
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Palabras de espiritualidad

La lucha espiritual

Todo es posible con el auxilio de Dios, tal como lo dijera el Apóstol: “Todo lo puedo en Cristo, Aquel que me fortalece” (Filipenses 4, 13).
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Palabras de espiritualidad

San Paisos, sobre el mundo actual

En la medida de nuestras posibilidades, oremos por este mundo, que le ha concedido demasiados derechos al maligno, y por eso es que sufre.
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Palabras de espiritualidad

¡Señor, ayúdame!

A donde vayamos, no partamos sin antes persignarnos y repetir: “¡Señor, ayúdame!”.
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Palabras de espiritualidad

Es un deber de Tu amor...

“... Asistir a quien no tiene suficientes fuerzas, y sanar a quienes —sin desearlo— padecen de alguna dolencia”.
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Palabras de espiritualidad

¡Cuántas veces me has ayudado, Señor!

¡Oh, Señor, verdaderamente infinitas e inconmensurables son Tus misericordias para mí, a pesar de que soy un pecador!
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Palabras de espiritualidad

El auxilio de Cristo, ese don recibido al ser bautizados

Sabemos, por experiencia, que sin la ayuda de Dios el hombre es completamente débil e impotente en la lucha espiritual. En esta lucha, de acuerdo a las palabras del Piadoso Marcos el Asceta, tenemos...
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Palabras de espiritualidad

¡Aprende a caminar!

Lo importante es tener fe y ver al Señor con el corazón, con la esperanza de recibir de parte Suya todo lo que pides, conociendo Su bondad.
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Palabras de espiritualidad

¿Cuál es la utilidad de las tentaciones y las debilidades?

Nadie, orando y pidiendo, podría dejar de hacerse humilde. Y “Dios no desprecia un corazón contrito y humillado” (Salmos 50, 19).
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Palabras de espiritualidad

¡No renuncies al esfuerzo, aunque el mismo infierno se levante en tu contra!

Confíen en que “el Señor está cerca de los que lo invocan, de los que lo invocan con sinceridad” (Salmos 144, 18). ¡Amén!
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Palabras de espiritualidad

De por qué no es bueno trabajar los domingos

Este es un breve relato sobre dos hermanos zapateros. Uno vivía con su esposa, sus hijos, que eran muchos, y sus papás. Cada domingo, toda la familia asistía a la iglesia.
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Palabras de espiritualidad

Ofrécele al Señor lo que sientes y pídele que te sane

El maligno somete al hombre haciéndole creer que puede luchar solo con las tentaciones, para después empujarle a la desesperanza, cuando éste descubre su impotencia y comienza a sentirse culpable.
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Palabras de espiritualidad

No esperes vencer al pecado con tus propias fuerzas

Si el manantial se queda sin agua, el río se seca. Si la gracia divina no le fortalece, el hombre se seca espiritualmente.
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