Palabras de espiritualidad

Palabras de espiritualidad

La paciencia no es igual a simplemente tolerar al otro

La verdadera paciencia consiste en sentirme culpable por el estado del otro y que me duela verle así.

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La diferencia entre Cielo e infierno

Una vez, un hombre muy sencillo le pidió al Señor que le mostrara el Cielo y el infierno. Así, una de esas noches, mientras dormía, escuchó una voz que le llamaba: “¡Ven para que te enseñe cómo es el...

Palabras de espiritualidad

Que nuestro ser le hable sinceramente a Dios

“Cuando muere alguien cercano a ti, no buscas un libro para aprender a lamentarte y llorar. Debido al gran dolor que sientes, las palabras brotan espontáneamente en tu alma. Del mismo modo, en la...

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La memoria de nuestros difuntos en las plegarias de la Iglesia

Cada sábado, al orar, los monjes leen los nombres de un sinnúmero de difuntos, pidiéndole a Dios que los reciba en Su gloria.

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El gran dolor de Dios

¿Qué más podía hacer Dios, si nunca quisiste estar atento y lo rechazaste todo el tiempo?

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Es mejor dejar que sea Dios quien hable

¿Es que Dios no puede dar a conocer la verdad? Y si Dios revela la verdad por tu bien, mucho mejor. Y si no la revela, también es por tu propio bien.

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Pensar en nuestra propia muerte nos ayuda a vencer el orgullo

Cuando pienso en mi propia muerte, pisoteo mi orgullo y entiendo que no soy nada. Discierno, así, que la alegría, el honor y los deseos no son sino cosas vacías.

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“¡La arena, hijo, la arena!”

Los pecados “pequeños” se acumulan y forman una gran cantidad de arena, que, al final, es más pesada que una roca.

Palabras de espiritualidad

Para que nuestra contrición tenga valor

Ni la suma de todos los pecados de todos los hombres puede compararse con la inmensidad de la misericordia de Dios.

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Un inmejorable método para el crecimiento espiritual

A veces pienso que estoy enterrado, dentro de mi ataúd, con el rostro hacia arriba e incapaz de moverme… y escucho lo que habla la gente de mí, unos elogiándome y otros renegando de mí.

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La caridad y la oración tienen el mismo valor

“Si oras sin practicar la caridad, tu oración será una labor muerta, un trabajo nulo…”

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Los misterios de Dios

Quien tenga el don o “el espíritu del amor, la paciencia y la humildad”, al luchar de acuerdo con la ley (II Timoteo 2, 5), —y la ley es el amor—, podrá ver cosas prodigiosas.

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La analogía entre el Espíritu Santo y el agua

E Espíritu Santo es Único e Indivisible, y reparte Sus dones como mejor le parece. A unos les mueve la lengua para que impartan sabiduría, a otros les ilumina el alma para que profeticen…

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El medicamento para vencer el miedo

Obedeceréis mis leyes, observaréis mis preceptos poniéndolos en práctica y habitaréis seguros en la tierra” (Levítico 25, 18). Así habló el Médico Supremo, valiéndose de la voz de los profetas...

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La inmensidad del amor de Dios

Dios, revelado a nosotros en Cristo, es el Dios de todos. No es el Dios de una sola nación, de una sola confesión, de alguna denominación, o de algún grupo más o menos extraño. Él es el Creador, el...

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Sobre el amor y el alma del hombre espiritual

La contemplación mística “es la revelación del intelecto, cuando el alma se concentra en sí misma”.

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Dos formas de amor

En ambas formas de amor, quienes te rodean, es decir, tus padres, tus hermanos, tus amigos y tus hermanas dejan de entenderse contigo, porque a ti lo único que te preocupa es el ser amado.

Palabras de espiritualidad

Demostremos la madurez de nuestro desarrollo espiritual

Dice San Juan el Evangelista: “no seáis como niños en vuestros pensamientos”, y nosotros tenemos que demostrarlo; no escribimos “notitas” en un papel cualquiera, ni arrojamos palabras vacías.

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Nada es realmente nuestro, porque todo es Suyo

Dios nos concedió una parte de Su tierra para que la trabajáramos. Nosotros aramos, sembramos, preparamos la tierra y después cosechamos. Pero la tierra es Suya.

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¿Nos reservamos algo cuando le decimos a Dios: “Hágase Tu voluntad”?

Nosotros, por una parte, decimos: “Hágase Tu voluntad”, pero por otra insistimos en que se haga la nuestra. Entonces ¿qué puede hacer Dios con nosotros?

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