estructura de la oración

Palabras de espiritualidad

Consejo para el que no tiene tiempo o simplemente no puede aplicarse en la oración

La indolencia con las cosas de Dios puede volverse una costumbre... y entonces ¡adiós devoción! Debemos anticiparnos y evitar que algo así ocurra.
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Palabras de espiritualidad

¿Qué debo pedirle a Dios en mis oraciones?

Debes llegar a creer que lo que estás pidiendo a Dios ya te ha sido concedido. Y, en ese momento, lo primero que debes hacer es agradecerle sin vacilar.
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Palabras de espiritualidad

Otra forma de entender la oración

Todo lo que Dios promete empieza, en Sus ojos, a hacerse realidad, aunque nosotros no lo podamos ver. Esta es una forma extraordinaria de asumir las cosas.
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Palabras de espiritualidad

Cuándo oras y cuándo no oras

La oración no es un ritual que hay que cumplir, una ocupación momentánea.
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Palabras de espiritualidad

La oración como nuestro remedio principal

La oración es un medicamento, pero si no sabemos cómo tomarlo, nunca podremos beneficiarnos de sus propiedades.
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Palabras de espiritualidad

¡Puedes orar en todo momento y lugar!

No importa en dónde estés, tú háblale siempre y con franqueza a nuestro Señor Jesucristo, a la Madre del Señor, a los ángeles y a los santos.
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Palabras de espiritualidad

La importancia de orar según una regla

Cuándo, en dónde, cuánto y cómo orar es algo que depende de las circunstancias de cada quien.
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Palabras de espiritualidad

Sobre la oración para principiantes

Cuando se trata de dirigirnos a Dios, hasta una simple palabra debe ser elevada con devoción.
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Palabras de espiritualidad

A propósito de la oración con la mente

Esto le decía San Agapito a San Teófano. “No tendrás paz si sólo te quedas en la oración con la mente”
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Palabras de espiritualidad

La importancia de organizar nuestra oración en casa

Acostúmbrate a proceder de tal forma que, una vez termines con tus obligaciones, puedas ocuparte con la “Oración de Jesús”, practicándola con toda atención.
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Palabras de espiritualidad

De la “Oración de Jesús”

Para el que ora no hay reglas fijas e inflexibles que se impongan con carácter de necesarias; tampoco hay técnicas mecánicas, físicas o mentales, que puedan forzar a Dios a manifestar su presencia.
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Palabras de espiritualidad

¡Hablémosle al Señor!

Esto es una prueba de la más grande bondad: que el Creador de todo, el Dador de todo bien acepte las peticiones, el agradecimiento y la alabanza de Sus indignas e ingratas criaturas.
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Palabras de espiritualidad

La oración y la condición del perdón

Cuando oremos, primero pidámonos perdón recíprocamente: “¡Perdóname, esposo!”, “¡Perdóname, esposa!”, “¡Perdóname, hijo!”, “¡Perdóname, papá!”, “¡Perdóname, mamá!”, etc., respondiendo cada uno: “¡Que...
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Palabras de espiritualidad

Los frutos de la oración que nace del alma

Acordémonos de aquel anciano que estuvo cuarenta años repitiendo esta plegaria: “Señor, yo como hombre he errado, pero Tú, siendo Dios, perdóname”.
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Palabras de espiritualidad

Lo que representa la oración verdadera

El hombre se crucifica a sí mismo en la oración, crucificando las pasiones y los pensamientos de pecado que se aferran a su alma.
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Palabras de espiritualidad

“Pedid, buscad, llamad”

Si no tenemos la Gracia, nada podremos conseguir, porque a día de hoy nuestro corazón está podrido hasta sus cimientos.
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Palabras de espiritualidad

¿En verdad te concentras al orar?

Si el hombre ora sin hacer participar su mente y su corazón, en lo profundo de su ser está menospreciando a Dios.
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Palabras de espiritualidad

El propósito de las palabras en la oración

Cada una es una palabra que ya no se reduce a la filología, sino que se vuelve teología, es decir, un diálogo sobre Dios o con Dios.
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Palabras de espiritualidad

Aprendamos a orar sin prisas

El principal estado de la oración debe ser uno de contrición, porque todos erramos persistentemente. “A un corazón contrito y humillado, Dios no lo desprecia”.
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Palabras de espiritualidad

Lo que para el hombre es difícil, para Dios es simple

La más mínima queja contra nuestro semejante tendrá impacto sobre nuestra alma y ya no podremos orar. Y el Espíritu Santo no se atreve a acercarse cuando encuentra el alma en semejante estado.
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