Palabras de espiritualidad

Palabras de espiritualidad

La humildad no se obtiene sino viviéndola

“De oídas” o leyendo sobre ella en libros religiosos, es imposible alcanzarla. 
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Para que Dios venga a nuestro interior

El hombre debe ser capaz de una experiencia consciente siempre nueva, más profunda, de Dios.
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Dos formas de humildad

Esta es la perfecta humildad de los santos, misma que brota en el alma con el cumplimiento de los mandamientos divinos.
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De por qué debemos estar siempre preparados para partir...

Justo cuando parece que no hay nada que pueda ensombrecer su felicidad, repentinamente, resuena para él un terrible llamado: ‟¡Derriben ese árbol!”.
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Una forma de definir qué es el alma

Es la impronta viva de la Santa Trinidad en el ser humano.
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¿Cómo es mi relación con Dios?

Pidámosle siempre perdón a Dios, con lágrimas, con sincero arrepentimiento.
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La humildad del que camina en la rectitud

Así es como el humilde pasa por esta vida, sin perturbarse, sin enfadarse, y guardando siempre una profunda serenidad.
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Cuando pasamos a gozarnos de las alegrías del Cielo...

‟Padre, quiero que los que Tú me diste estén conmigo donde Yo esté, para que contemplen la gloria que me has dado, porque ya me amabas antes de la creación del mundo”.
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El hombre puede santificar todo lo que hace

Cada uno debe santificar, con su oración y su forma de vida, el trabajo que realiza y también a sí mismo.
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Otros aspectos de la oración como el diálogo entre Dios y el hombre

Solamente el diálogo con Dios nos da la libertad completa ante la naturaleza y ante nosotros mismos.
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Librarnos de nuestras pasiones sin caer en el orgullo

La oración nos ayuda a librarnos de las pasiones; ella misma presupone una liberación de las pasiones.
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Una definición de la personalidad del santo

El santo es el más benevolente de los hombres y, al mismo tiempo —sin querer—, el más imponente, el que más atrae la atención y el que más respeto provoca.
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El amor de Dios manifestado en Tres Personas

Recibimos el poder de amarnos no solamente el uno al otro, sino amar a todos los demás, porque cada uno puede llegar a ser un “tú” nuestro. Esto es el cristianismo, la religión del amor.
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La Iglesia y el lazo de la oración que nos une con Dios

La oración es la acción de Dios, y Él obra por medio de la oración. La Iglesia es el punto de encuentro sensible entre nuestra oración y el poder de Dios. 
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La oración libera al hombre

El que no ora sigue siendo un esclavo, encerrado en el complejo mecanismo de la naturaleza exterior y las inclinaciones de las pasiones que lo dominan.
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El cristiano verdadero es aquel que practica la humildad

Hay pocos en este mundo capaces de ser obedientes. Nuestra humildad es proporcional a nuestra obediencia.
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¡Ponte tú también a trabajar en tu salvación!

Las oraciones nos son de gran utilidad, pero solamente si también nosotros nos ponemos “manos a la obra”.
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Una breve explicación de lo que es la contrición

¡Qué agradable es cuando cerca de nosotros hay un alma mansa y serena!  Al contrario, el alma que no tiene paz irradia esa intranquilidad a su alrededor, alterando el estado de los demás.
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‟No os opongáis al maligno”

Si deseas con toda la fuerza de tu fe, con toda el alma, vivir sin oponerte a ninguna maldad, el Señor te concederá una forma de vida no solamente sencilla de soportar, sino hasta feliz.
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Unirnos a Dios en el amor

El amor divino es infinito, y nosotros vivimos de forma limitada, sometidos no solamente a otros seres vivos, sino también a cosas muertas, sin vida, que no tienen ningún valor.
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