Palabras de espiritualidad

Palabras de espiritualidad

¿Cómo puede el hombre arrancarse las cadenas de las pasiones?

¿O es que el codicioso y el avaro no son siervos del demonio? ¿O el supersticioso y el que acude a videntes y adivinos? ¿O el irascible y el que se enfada rápidamente?

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Del origen del amor a las cosas materiales y la riqueza entre los hombres

Nuestros primeros antepasados no sabían lo que era el dinero, ni les interesaba el oro y la plata.

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Lo que debemos tomar en cuenta para que nuestras peticiones sean escuchadas

Muchas veces esa “desatención” a nuestras peticiones es mucho más beneficiosa. Y lo que a simple vista parecía un fracaso, pasa a convertirse en una auténtica ganancia.

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Para quienes encuentran trabajoso practicar la templanza

Nada es difícil cuando realmente lo queremos. Y nada es fácil cuando no lo deseamos. Todo depende de nosotros.

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Los peligros de la riqueza, en palabras de San Juan Crisóstomo

La riqueza no puede sembrar semilla alguna en nuestra alma.

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La Iglesia de Cristo, un bastión invencible

No hay nada que alcance el valor de la Iglesia. ¿Cuántos no han luchado contra ella, sin poder doblegarla?

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Siempre hay un resquicio para el bien en el alma de cada persona

No hay hombre íntegramente justo, íntegramente virtuoso, íntegramente libre de pecado. Por otro lado, no hay pecador que no haya obrado alguna vez el bien, por ínfimo que pudiera parecer.

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Esa virtud que inspira amor y respeto

San Isaac el Sirio dice: “Nadie odia al humilde, nadie lo ofende con sus palabras, nadie lo desprecia. Todos lo aman, porque también Dios lo ama”.

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Querer ser hijos de Dios

¡He aquí lo bueno que es el Señor con nosotros, los hijos de Adán!

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El amor de Dios a los humildes de corazón

Verdaderamente más agradable a Dios es aquel que llega al tercer peldaño de la humildad, es decir, el que se considera el último de todos los hombres.

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La humildad del Señor, nuestro modelo a seguir

El hombre que se reviste con la humildad, en verdad se hace semejante a Aquel que descendió de lo Alto.

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La humildad es algo más grande de lo que podríamos creer

En la humildad se esconde una grandeza extraordinaria. San Isaac el Sirio la llama “atuendo de Dios”.

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El amor a Dios nos transforma por completo

La sanación de la mente tiene lugar cuando en nosotros obran la Gracia de Dios y Su amor.

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Dios no se aparta del hombre que hace el bien a los demás

Cuando un hombre terrenal da con un buen propósito y no buscando ser encomiado, Dios no lo deja, sino que más adelante le habla en el corazón.

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La misericordia como expresión del amor al prójimo

Hagámonos dignos de tal bendición, volvámonos sabios, seamos buenos. Que nuestra misericordia no se interrumpa ni siquiera al caer el ocaso.

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El “alimento” adecuado para cada edad espiritual

Algunos fieles, aún inmaduros en la mente y, de cierta manera, principiantes, necesitan ser alimentados con leche, es decir, con enseñanzas simples y elementales.

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Que nos importe menos lo que hacen los demás

Esto que digo es algo muy importante y debe ser practicado toda la vida. En verdad, la humildad es una práctica que no debe cesar jamás.

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Vivir eternamente presentes en Dios

Si hoy somos conscientes del concepto y la existencia de Dios, no nos importará más el día de mañana, porque eso es algo que le concierme solamente a Él.

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Estando en Dios no cabe ningún temor en nuestro corazón

Si amas a Dios, no hay temor que valga, no existe el miedo. Al final, ¿a qué podrías temerle?

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Apartarnos del mal que hay en el mundo

La actitud cristiana ante el mundo debe ser, como dice San Máximo el Confesor, “no una sensible o insensible, sino compasiva”.

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