Palabras de espiritualidad

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La revelación del Dios que es Uno en Trinidad

Con la visión de la luz no-creada, el hombre deificado recibe la revelación del Dios Trino.

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El sacrificio que ilumina y salva

Un buen ejemplo para entender esta idea de “sacrificio” es el de una candela: para poder alumbrar, la mecha debe quemarse.

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El alma del hombre canta

Todo lo creado canta. Cantan los ángeles del Cielo, canta el viento, y también las aguas cantan. Cantan las aves del bosque, cantan los grillos sobre la tierra mojada, pero, sobre todo, canta el...

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Los efectos benéficos de la oración para nuestra memoria

En la humildad de la oración, la memoria reencuentra su unidad natural y primigenia.

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El agradecimiento incondicional hacia Dios

La pobreza per se no es algo bueno, sino la virtud que sepamos extraer de ella.

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Del vínculo entre el pecado y el sufrimiento

El Santo Apóstol Pablo, a pesar de llevar una vida superior, tuvo que sufrir mucho. Lo mismo ocurrió con muchos santos más, quienes, a pesar de no ser culpables de nada, tuvieron que soportar el...

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La fuerza del amor a Cristo

Una madre es capaz de arrojarse al fuego con tal de salvar a su hijo, y, debido a que su amor es más fuerte que las llamas, no siente ningún dolor. El amor por su hijo la protege del dolor. ¡¿Cómo no...

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Cualquier trabajo se vuelve más sencillo, si mantenemos el corazón dirigido a Dios

“Ningún trabajo degrada el valor del hombre. Solamente el pecado puede hacer que se desmorone nuestra vida espiritual”.

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¿Qué estamos dispuestos a sacrificar por el bien de nuestro prójimo?

Con cosas como estas puedes emparentarte con Dios. Y solo así Dios te otorgará Su Gracia.

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El corazón que llevamos dentro…

Es importante entender que la belleza y la profundidad de la Escritura radican en hacerte todo para todos.

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Cuando todo sale mal en una relación

En primer lugar, jamás debemos sentirnos abandonados y, en segundo lugar, tampoco debemos ponernos a pensar que todo se está yendo a pique.

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Estar atentos a lo que ocurre en nuestro interior

Rechaza los pensamientos y sentimientos negativos, reprendiéndote por ellos, y conserva los que son positivos, piadosos y santos, para permanecer en ellos.

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Los primeros pasos en la oración

Puedes ir alternando la oración en voz baja y la oración con la mente. Haciendo esto, llegará un momento en el que empezarás a orar solamente con tu mente...

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¿Cuánto representa el Reino de Dios para nosotros?

¡Qué poco nos parecemos a los santos de Dios, quienes ya llegaron a su destino y ahora son ciudadanos del Reino, en toda su belleza y armonía!

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Todo se trata de volver a la oración

Repetimos muchas veces el dulcísimo Nombre de Cristo, no porque Él no nos escuche cuando lo llamamos por primera vez, sino para que nuestra mente se una con Él.

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No nos jactemos cuando ayudemos a nuestro hermano

Tristemente, eso es lo que suele ocurrir. Después de hacer algo por su semejante, el hombre se envanece en su corazón: “¡Qué bueno que lo ayudé! ¡Qué bien me siento ayudando!”. Pero ¿quién eres tú? ¿...

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La mejor actitud para no caer en el engaño

Preguntémonos siempre: “Si Cristo, a Quien no puedo ver, se hiciera presente en este momento, de forma visible, ¿cómo me comportaría? ¿Qué haría yo?”.

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Esos santos que nos ayudan en silencio…

Nuestra devoción por estos santos debería ser muy grande, al igual que nuestra gratitud, por ayudarnos tanto, aun silenciosamente, con su ejemplo y su discreción.

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Con la oración perseverante viene el fuego de Dios

Se ha dicho que Dios, es decir, Jesús, es un fuego que arde nuestros pecados y debilidades. Por esta razón, Aquel a quien invocamos, nuestro Dulcísimo Jesús, no puede sino alegrar nuestro corazón.

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Ahí donde está la mente, está también el corazón

El lugar del corazón debe ser buscado con delicadeza: cuando la oración crezca, ella misma encontrará su sitio.

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