Palabras de espiritualidad

La Tradición de la Iglesia es una invocación de la felicidad

En nuestra Tradición existe esta obra de regocijo, de multiplicación de la alegría.
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Palabras de espiritualidad

El ángel que cuenta cada uno de nuestros pasos

Entonces sintió que había alguien detrás suyo, siguiéndole. Se detuvo y esperó a que le alcanzara el desconocido. “¿Quién eres?”, le preguntó...
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Palabras de espiritualidad

¿Es difícil cuidar la mente?

Si el hombre no aprende a odiar las cosas del mundo, será incapaz de servirle a Dios.
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Palabras de espiritualidad

Los niños ante la idea de la muerte

He aquí dos formas de la misma experiencia...
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Palabras de espiritualidad

Lo que hay que saber antes de consolar al atormentado

El que es espiritual, cuando quiere acudir a aconsejar a su hermano, ora antes de salir de su celda, para que el Señor le ilumine el camino.
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Palabras de espiritualidad

Cinco definiciones necesarias

La paciencia es el afán constante de ver, como si fuera visible —y con los ojos del entendimiento—, a Aquel que no se ve.
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Palabras de espiritualidad

El cristiano ortodoxo y los sectarios

“¡Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni en la senda de los pecadores se detiene!” (Salmos 1, 1).
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Palabras de espiritualidad

La humildad de Cristo

Cuando estaba por morir, le pregunté: “Padre, ¿desea morir?”. Como respuesta, me dijo estas palabras: “Aún no he alcanzado la humildad...”
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Palabras de espiritualidad

¡Qué importante es arrepentirse de corazón!

Dios te recibirá cuando odies el pecado y cambies tu forma de vida, cuando acudas a Él con fe, esperanza y amor.
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Palabras de espiritualidad

Los íconos cristianos más antiguos

La tradición cristiana ortodoxa dice que el pintor, al no atreverse a ver a los ojos a la Madre del Señor, dejó sin pintarlos en el retrato, cuando ya había hecho el resto.
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Palabras de espiritualidad

15 mensajes para el alma

El milagro es el curso normal de las cosas, de la forma en que Dios quiere. Lo que nosotros llamamos “milagro”, para Dios es algo ordinario.
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Palabras de espiritualidad

Creer en la Trinidad para alcanzar la salvacion

El Misterio de la Trinidad sigue sin ser comprendido hasta el final, porque supera la fuerza de nuestro entendimiento y las facultades de nuestro ser creado. Y, sin embargo, aún sin poderlo entender...
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Palabras de espiritualidad

El don de la paz viene cuando servimos al Señor

Si, viviendo en el mundo, el alma del hombre no tiene paz, se trata de algo normal: el mundo es incapaz de satisfacerla.
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Palabras de espiritualidad

¿Soy un cristiano verdadero o sólo de nombre?

Si conscientemente nos hacemos llamar “cristianos”, no podemos vivir sin obedecer a Cristo. ¿Cómo podemos dejar a nuestro hermano pasar hambre y sed? ¿Cómo podemos negarle precisamente eso que nos...
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Palabras de espiritualidad

Los anillos de compromiso

Ese intercambio de argollas no es posible entre personas que se casan solamente “de forma” o sin la intención de construir una vida común, desde el comienzo y hasta el último día.
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Palabras de espiritualidad

No justifiquemos nuestras pasiones, luchemos contra ellas

Dios se apiada y ayuda mucho al alma que, a pesar de sus malas inclinaciones, lucha fervorosamente por alzarse a los cielos con un ala atrofiada, que es esa mala herencia.
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Palabras de espiritualidad

La muerte

El hombre se prepara, a lo largo de toda su vida terrenal, para la vida eterna. Para ganar la vida eterna es necesario morir antes.
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Palabras de espiritualidad

El poder de perdonar

Dios nos llamó para que nos asemejáramos a Él, y somos semejantes a Él solamente cuando perdonamos. El poder de perdonar es una cualidad divina. Perdonando a quienes nos ofenden, nos hacemos...
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Palabras de espiritualidad

Demuestra que amas a Dios

Si aprendemos a pensar así, nos enfadaremos cada vez menos, y menos nos entregaremos a la ira, que no obra la justicia de Dios.
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Palabras de espiritualidad

Alégrate, porque el Hijo de Dios y Salvador tuyo te llama hermano Suyo

   Alégrate, porque, por el amor de nuestro Señor Jesucristo, Dios te ha incluido entre Sus hijos, y diariamente vuelves a Él, diciéndole. “Padre nuestro”.
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