Palabras de espiritualidad

¿Cómo hablarte, Señor?

Cuando hay más personas conmigo, no puedo decirle a todos que se detengan y que volvamos al punto en donde me distraje. Por eso digo que la oración en grupo es muy buena, cuando todos están...
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Palabras de espiritualidad

El diálogo con Dios, desde mi necesidad

Si eres rico, afamado y próspero, Dios no te responderá.
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Palabras de espiritualidad

También las enfermedades tienen su razón de ser

Algunas veces Dios consiente que suframos de algún padecimiento físico, para librarnos o evitar que caigamos en alguna enfermedad espiritual, sabiendo que estas últimas son incomparablemente más...
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Palabras de espiritualidad

Examinémonos en lo que respecta a nuestra vida de cristianos

El aceite de la caridad significa aquello que purifica todo pecado y acerca al hombre a Dios. El mismo Señor les dice a los que no practican la piedad: “Apartaos de Mí, malditos, al fuego eterno”.
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Palabras de espiritualidad

Llamado a huir de la gula y la embriaguez

No nos engañemos ni nos rindamos ante el maligno, mucho menos ante la bebida y la comida, porque el comienzo de todo mal es la voracidad, en tanto que la embriaguez es la madre de toda iniquidad.
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Palabras de espiritualidad

¿Acaso crees que no necesitas de un guía?

Actuar por tu cuenta, sin seguir el consejo de los experimentados, significa que tienes una soberbia muy grande, o mejor dicho, que estás pariendo esa misma arrogancia.
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Palabras de espiritualidad

Ofender al otro, ofendiéndonos a nosotros mismos

Quien mantiene constante su temor de Dios, no se alegra ofendiendo a los demás, ni se regocija con las cosas ajenas u ocultas, ni se alegra con las caídas de los demás.
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Palabras de espiritualidad

Sepamos honrar los objetos santos y santificados

Recordemos: hay que hacer todo con el debido respeto y devoción.
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Palabras de espiritualidad

Por qué no es bueno quejarse y refunfuñar tanto...

El quejica es lento para trabajar y jamás experimenta entusiasmo alguno, porque además es perezoso.
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Palabras de espiritualidad

La educación espiritual, tarea de cada cristiano

Ocupémonos permanentemente de nuestra educación espiritual, con atención y denuedo.
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Palabras de espiritualidad

La Iglesia de Cristo, nuestra salvación

Ahí era Noé, aquí Cristo, y en las olas, el asesino, ahogando a los hombres. 
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Palabras de espiritualidad

Si oras de forma correcta, ten por seguro que pronto aparecerán las tentaciones

Si analizas detenidamente lo que sucede, entenderás que es posible enderezar la situación sin enfadarte. ¡Así las cosas, obra de manera que no caigas en el enojo!
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Palabras de espiritualidad

“La causa de la salvación es el prójimo”

Sé perseverante y valiente, sabiendo en Quién crees, con las armas de Quién te revistes y Quién te ayuda, para que Dios no pierda a nadie por culpa de tu propia ineptitud.
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Palabras de espiritualidad

La Luz que nos lleva a transformarnos

Quienes han recibido el sobrecogedor privilegio de entrar en contacto con el fuego celestial, están preparados para soportar absolutamente todo.
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Palabras de espiritualidad

¿Qué hago con mis malos pensamientos?

Cuando el hombre se deja vencer por los pensamientos (perversos), es señal de que antes ha sido presa del orgullo y que estos vienen para ayudarle a hacerse humilde.
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Palabras de espiritualidad

Las bondades más grandes

Como podemos ver, hermanos, en ninguna parte le pedimos a Dios que nos otorgue “cultura” o “civilización”.
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Palabras de espiritualidad

Presentando nuestra ofrenda en la iglesia

Él no se fija en el tamaño de nuestra ofrenda, sino en lo que hay en nuestro corazón al presentarla.
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Palabras de espiritualidad

“Milagroso es Dios entre Sus santos”

Un día, al asistir a la Divina Liturgia en la iglesia del monasterio, me llevé conmigo un pequeño recipiente; al finalizar los oficios, llené aquel tarro con aceite de la veladora que custodia las...
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Palabras de espiritualidad

“¡San Nectario, devuélvenos a nuestro hermanito...!”

“Intentaba orar, pero no podía, porque me sentía muy agitada y no podía sino seguir llorando amargamente...”
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Palabras de espiritualidad

“¡No cabe duda, aquí se ha orado mucho...!”

Al día siguiente, muy temprano, la madre fue llevada a la sala de operaciones. En ningún momento dejó de orar ni de sentir la fuerte presencia de San Nectario a su lado.
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